Para mi el yoga con Anna es un regalo siempre, porque te trata con amor, te cuida, te da diferentes opciones de práctica, se nota que tiene amplios conocimientos y te hace sentir genial en cada práctica, es un regalo a nivel físico y mental. Si además le añades el poderlo hacer desde cualquier sitio es perfecto. Debido al estrés diario, la conciliación y demás exigencias de la sociedad en la que vivimos, el poder tener ciertos autocuidados de forma fácil, ayuda mucho en el día a día.
Maite